Viejitos pero bonitos

Julieta es una protectora independiente que decidió dedicar sus esfuerzos y su corazón a perros y otros animales de la tercera edad o en calidad de desahuciados. Todos los que hemos perdido a nuestro fiel compañero perruno sabemos el gran dolor y el hueco que nos dejan en el corazón, ahora, imagina que Julieta vive esto con regularidad, y es esto en especial lo que habla de su calidad y entereza como ser humano, pero no olvidemos que además auxilia medicamente, da consuelo y bienestar con esta gran labor que realiza.

En esta nota Julieta nos comparte sus reflexiones respecto a el por qué de su decisión de tender la mano a animales en estas condiciones. Esperamos que al compartir su labor inspire a muchos otros, ya que animales necesitados existen por montones y nos gustaría que las manos que se tendieran hacia ellos fueran las suficientes.

¿Por qué sufrir? ¿Por qué los viejos?

¿A quién le gusta sufrir? A mí, no… Sin embargo… ¿A qué animal le gusta sufrir?

En la vida hay etapas iguales para todos los seres vivientes, y una de esas es la vejez. Se teme llegar a ella, y se sufre mientras se tiene. La vejez trae consigo sentimientos de tristeza, soledad, abandono, frustración, dolor físico y emocional. Eso sentimos los humanos, pero… ¿qué sentirán ELLOS?

Ellos no piensan en todo esto, sólo lo aceptan con paciencia y paz, tan calladamente. No se lo preguntan, pues para ellos no hay preguntas ni respuestas, sólo aceptación; no hay el “por qué a mí sí y a ellos no”. Vienen al mundo con un chip integrado: “aceptación, pase lo que pase”.

Todos nosotros deseamos que al llegar “El Final” no estemos solos, que haya alguien que nos dé la mano y sintamos que nos aman, para que ese miedo frente a lo inevitable y desconocido no sea tan grande y sea un miedo compartido con alguien a quien le importamos.

Por eso es que recojo animalitos viejos, sin importar si son perros, gatos, pájaros, ardillas, etc. Quiero que Ellos sepan y sientan que NO ESTÁN SOLOS, que hay alguien a quien le importan.

Se dice que para ellos sólo existe el presente y en él viven; no hay pasado ni futuro, aunque realmente no lo creo. Ellos sí tienen memoria, se acuerdan de su pasado, viven su presente y esperan seguir estando con su AMO, felices; si esperan algo, eso para mí es pensar en un futuro.

Ellos se van… yo me quedo con mucho dolor y tristeza, pero muy agradecida con la vida y con Ellos por haberme dado la oportunidad de hacerlos felices y serlo también yo.
Se van sintiendo o teniendo la sensación de que por ese último momento, últimas horas o años, valió la pena vivir; que valió la pena haber sido el “mejor amigo del hombre” y que Ellos también tuvieron al “mejor amigo del perro”, o del animalito que fuera.

Sé que muchos dirán que estoy pensando como humano y que los animales no piensan. De eso tampoco estoy segura, me han demostrado lo contrario durante muchos años. Finalmente, a mí me gusta seguir pensando y creyendo que: sí piensan, sí sienten, y son seres vivos como nosotros.

Julieta.

Las imágnes fueron encontradas en Flickr bajo licencia de Creative Commons, gracias a Umberto Fistarol, Looseends y Quasimondo por hacerlas de uso público.